Al parecer, no sólo la lenta expansión de los protocontinentes de granito cambió la apariencia de nuestro planeta, sino que las costas poco profundas llenaron de vida la superficie bañada por el sol y ayudaron a desencadenar la producción de oxigeno.
Se trata del estromatolito que apareció hace 2.500 millones de años en la costa continental. Se nutría de la luz solar. Se empezó a encontrar en todas las playas del planeta, y fue en ese momento en el cual comenzaron a llenar la atmósfera de oxígeno. Transformaban la luz del sol en oxígeno.
En un principio, el gas se disolvía en los océanos donde oxidaba hierro, pero con el tiempo llenaría la atmósfera y cambiaría el planeta.
En Australia, en la orilla de la Bahía Shark, se puede encontrar aún este organismo. Aquí una imagem de la Bahía Shark donde se ven los estromatolitos.
Los estromatolitos son una especie de montículos. Cada uno de estos montículos rocosos pueden medir hasta 30 cm de ancho y 60 cm de alto. Los estromatolitos se componen de laminas muy finas de microorganismos que se forman lentamente capa tras capa, año tras año. Usan la energía de la luz para conseguir alimento y de los restos que van dejando resultan estas rocas.
Filip Blaikfor fue quien descubrió la alga que cubría estos montículos y era la causante de los mismos.
Se produjo un gran cambio en nuestro planeta a partir de la existencia de los estromatolitos: cuando el hierro desapareció de los océanos, después de casi 2.000 años de oxigenación, el océano pasó de ser verde a azul. Cuando el oxigeno llegó a la atmósfera, diluyó los restos de dióxido de carbono y limpió el aire.
Imagen de una sección horizontal de estromatolitos fósiles:
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